miércoles, 23 de noviembre de 2011

Racismo y Violencia

Entre las formas de la violencia racista podemos mencionar las matanzas, linchamientos, pogromos, asesinatos y atentados. La violencia racista, por pequeña o fragmentada que pueda parecer, jamás es totalmente independiente del contexto político en el que se produce. La violencia, en efecto, está siempre informada o Condicionada por el carácter del sistema político o por el Estado, pero puede funcionar en otro plano; ella misma puede convertirse también en política, es decir, incorporarse al programa de fuerzas más o menos organizadas que la inscriben en el centro de un proyecto y de una acción directamente políticos.
Puede institucionalízarse en un Estado y Constituir un principio central de su funcionamiento Las líneas de demarcación entre estos tipos de fenómenos no están siempre claramente señaladas, y un buen número de experiencias constituyen casos intermedios, o que oscilan entre dos niveles. Dichas experiencias, por ese motivo, deben precisarse teóricamente y con firmeza.
La violencia política infrapolítica parece impulsiva, espontánea, fragmentada; hace acto de presencia en circunstancias’ particulares de relajamient0 de los Controles sociales y políticos: allí donde el orden del Estado es lejano, ausente, en situaciones fluidas, a través de fenómenos de masas, por ejemplo, en casos de revuelta; la imagen que ofrece es la de la explosión, la exacerbación, la resolución repentina de tensiones casi instintivas, sin premeditación Por el contrario la violencia racista política parece estructurada ideológicamente, organizada preparada está orientada canalizada, t’controlada y autocontrolada, impulsada por agentes que le dan forma concreta de manera más o menos consciente.
Esta imagen corresponde también a la violencia del Estado, cuyo carácter eventualmente desenfrenado no impide que pueda aparecer como fría y burocrática. La violencia racista nunca surge de la nada social; casi siempre apunta, directa o indirectamente a relaciones y cambios sociales, a fenómenos de movilidad y de decadencia, a movimientos de poblaciones así como a la constitución, al robustecimiento o a la prohibición de grupos autodefinidos por SU identidad, su nexo de unión religiosa, nacional étnico y, a fin de cuentas, racial.

No hay comentarios:

Publicar un comentario